martes, 5 de marzo de 2013

Pedrito y Calixto

Había una vez, un niño llamado Pedrito. Vivía en un pueblo de montaña con sus padres y sus abuelos. Le gustaba explorar los alrededores y conocía todos los rincones del lugar. Pero un día se despistó demasiado y se perdió.
Llegó a un lugar que nunca había visto, con muchos árboles que no conocía; estaba tan asombrado mirando hacia arriba las ramas de los árboles, que tropezó y se cayó al suelo.

- ¡Ay! ¡Qué daño me has hecho! ¿Es que no miras por donde andas?
Pedrito se quedó sin palabras, había tropezado con un erizo que hablaba y tenía una púa clavada en su zapato.

- ¿Pero no vas a disculparte, niño? -dijo el erizo malhumorado.

"Perdone, me he perdido, no conozco este lugar, ¿Podría ayudarme a volver a mi casa? Creo que esto le pertenece" dijo Pedrito devolviéndole la púa al erizo.
El erizo le explicó a Pedrito que estaba en el bosque mágico y que todos los animales que vivían allí podían hablar.

- Me llamo Calixto y soy un erizo - le dijo.

Pedrito, ilusionado se presentó también: "Mi nombre es Pedrito y soy un niño".
Calixto acompañó a Pedrito hacia la salida, mientras caminaban, iban hablando y se dieron cuenta que podrían ser amigos, a los dos les gustaba explorar por los bosques, bañarse en el río y comer manzanas. Se rieron al pensar como se habían conocido.

Cuando llegaron al pueblo de Pedrito, se despidieron y Pedrito prometió volver al bosque y Calixto esperarle allí todos los días.

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