lunes, 11 de marzo de 2013

El León y la manzana


Había una vez, un león llamado Kifat. Vivía en una manada de leones y leonas en la sabana africana. Le gustaban muchos los filetes, y todos los días se ponía las botas; igual le daba que fueran grandes o pequeños, gordos o flacos. Le gustaban tanto, que no comía otra cosa.
Un día de verano mientras dormía la siesta, se le apareció una manzana sonriente.
La manzana amarilla, le dijo:
"Kifat, león comilón, te creía más listo. Solo quieres comer filetes, ¿Acaso no sabes que yo y mis hermanas poseemos la más tierna carne?"
El león se despertó con un golpe seco en la cabeza. Se le había caido encima una de las manzanas del árbol bajo el que dormía.
No lo pensó ni un momento y se acercó la manzana a la boca y... ÑAM! de un solo mordisco se la comió.
Desde ese día, Kifat comía deliciosos filetes y jugosas manzanas a partes iguales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario