Estaba la Gallinita Rubia escarbando en su corral, cuando
encontró unos granos de trigo.
“¿Quién quieres sembrar este trigo?” dijo la Gallinita.
-¡Yo no! dijo el Pavo.
-¡ Ni yo! dijo el Pato.
“Yo lo sembraré” añadió la Gallinita.
Cuando estuvo de siega el trigo preguntó la Gallinita:
“¿Quién quieres segar el trigo?”
-¡Yo no! dijo el Pavo.
-¡Ni yo! dijo el Pato.
“Yo lo segaré” añadió la Gallinita.
Cuando había que llevar el trigo al molino dijo la
Gallinita:
“¿Quién quieres llevar el trigo al molino?”
-¡Yo no! dijo el Pavo.
-¡Ni yo! dijo el Pato.
“Yo lo llevaré” añadió la Gallinita.
Cuando estuvo molido preguntó la Gallinita:
“¿Quién quieres hacer pan?”
-¡Yo no! dijo el Pavo.
-¡Ni yo! dijo Pato.
“Yo lo haré” añadió la Gallinita.
Cuando estuvo cocido
y doradito dijo la Gallinita:
“¿Quién quiere comerlo?”
Y dijeron a un tiempo los dos, el Pavo y el Pato:
-¡Yo que soy tu amigo!
-¡Yo que siempre lo he sido!
“¡No lo comereis vosotros, animales perezosos! Lo comeremos
mis hijitos y yo clo,
clo, clo, venid hijitos mios y celebraremos un gran banquete”.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado, quién no
levante el culo… ¡se le queda pegado!
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