viernes, 25 de octubre de 2013

Dos versiones del mismo cuento: Ozzy, el gato y Tripi, la gaviota

1er Cuento (Conflicto):

Había una vez, un gato callejero que vivía en el puerto de la ciudad de Bocarte, se llama Ozzy.
Bocarte era una ciudad pequeña que se dedicaba principalmente a la pesca.
Ozzy dedicaba la mayor parte del día a conseguir alimento para su numerosa familia gatuna. Se tiraba al mar una y otra vez, en busca de algun distraido pez que cayera bajo sus garras de gato.
A unas pocas manzanas de allí, vivía una familia de gaviotas. Tripi era el padre, el único responsable de traer la comida a casa, desde que su mujer estaba incubando un nuevo huevo.
Un día Ozzy y Tripi coincidieron en el puerto para buscar sustento. La gaviota subida en lo alto de una farola miraba con recelo al gato. Ozzy, por el rabillo del ojo no se perdía detalle de cada movimiento de pájaro.
Ambos vieron una oportunidad única de atrapar un pez rechonchete que despistado nadaba justo debajo de sus pies.
El gato sacó sus uñas a la vez que gritaba "¡El pez es mío, pájaro loco!", la gaviota afiló su pico mientras elevaba la voz "¡Fuera de aquí, gato perezoso!" y se lanzaron al agua.
El pez que vió las intenciones de los dos padres de familia, nadó tan rápido como podían sus aletas y desapareció mar adentro.
La gaviota y el gato perdieron la oportunidad de pescar una buena pieza por su egoismo, algo que tras varias trifulcas, cambiaría.


2o Cuento (Colabración):

Había una vez, un gato callejero que vivía en el puerto de la ciudad de Bocarte, se llama Ozzy.
Bocarte era una ciudad pequeña que se dedicaba principalmente a la pesca.
Ozzy dedicaba la mayor parte del día a conseguir alimento para su numerosa familia gatuna. Se tiraba al mar una y otra vez, en busca de algun distraido pez que cayera bajo sus garras de gato.
A unas pocas manzanas de allí, vivía una familia de gaviotas. Tripi era el padre, el único responsable de traer la comida a casa, desde que su mujer estaba incubando un nuevo huevo.
Un día Ozzy y Tripi coincidieron en el puerto para buscar sustento. La gaviota subida en lo alto de una farola miraba al gato. Ozzy, que se dió cuenta, le pidió que bajara:
"Buenos días, gaviota, estoy aquí para conseguir comida para mi familia, podríamos ser socios, seguro que entre los dos, no se nos escapaba ni un pez, tengo una idea..."- dijo Ozzy.
La gaviota escuchó atenta e inmediatamente pusieron en marcha el plan.
El gato se lanzaba desde el puerto al agua y asustaba a los peces que salían despavorizos en dirección contraria, la gaviota aprovechaba confusión y los atrapaba con su pico. Despues de cada jornada laboral, los socios se repartían los peces a partes iguales.
Fueron siempre muy amigos y gracias a su colaboración jamás faltaron los peces en sus hogares.

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